La disciplina positiva es un modelo educativo para entender el comportamiento de los niños y la forma de abordar su actitud para guiarles en su camino siempre de forma positiva y afectiva, además de firme y respetuosa tanto para el niño como para el adulto al mismo tiempo. Este enfoque no incluye ni el control excesivo ni la permisividad. Basado por tanto en el respeto mutuo y la colaboración, todo con la intención de enseñar al niño competencias básicas para la vida. Servicios relacionados desde este abordaje.
La metodología de la Disciplina Positiva, aplicada por educadores de familias, se basa en los principios desarrollados por la Dra. Jane Nelsen y otros, enfocándose en enseñar a padres y cuidadores estrategias de crianza que son a la vez amables y firmes, promoviendo un ambiente de respeto mutuo. Esta aproximación se centra en el desarrollo de habilidades sociales y de vida en los niños, como la responsabilidad, el respeto, la solución de problemas y la capacidad para cooperar, mediante técnicas que fomentan la autoestima y la autonomía, evitando el castigo punitivo.
Mutuo Respeto: La comunicación debe ser respetuosa tanto hacia el niño como hacia el adulto. Se enseña a los padres a usar un enfoque no punitivo y no permisivo, que aliente el respeto mutuo.
Entendimiento de las Creencias Detrás del Comportamiento: Se anima a los padres a entender las creencias y sentimientos que subyacen a los comportamientos de sus hijos, para abordar las causas raíz de los comportamientos desafiantes en lugar de simplemente castigar la mala conducta.
Efectividad a Largo Plazo: Las estrategias promueven habilidades que serán útiles para los niños a lo largo de su vida, como la empatía, la paciencia, la solución de problemas y la capacidad de recuperación.
Enseñanza de Habilidades Sociales y de Vida Importantes: La disciplina positiva se enfoca en enseñar y desarrollar habilidades importantes en los niños, tales como la autoregulación, la comunicación efectiva, la solución de conflictos y el trabajo en equipo.
Fomento de la Creencia en la Capacidad Personal: Se anima a los niños a creer en su capacidad para contribuir y adaptarse de manera positiva a la sociedad, promoviendo un sentido de pertenencia y significado en sus actividades y relaciones.
Reuniones Familiares: Se promueven reuniones regulares de la familia para discutir problemas, buscar soluciones de manera conjunta y fomentar el sentido de comunidad y cooperación.
Focalización en Soluciones: En lugar de castigar, se anima a los padres y a los niños a colaborar en la búsqueda de soluciones constructivas a los problemas, promoviendo la responsabilidad personal y el aprendizaje de las consecuencias naturales de sus acciones.
Modelado: Los padres y cuidadores son alentados a ser modelos a seguir para sus hijos, practicando ellos mismos las habilidades y comportamientos que desean enseñar.
Empoderamiento a través de Opciones: Se ofrece a los niños opciones limitadas para fomentar su sentido de autonomía, al mismo tiempo que se les enseña a tomar decisiones responsables.
Establecimiento de Límites Claros y Consistentes: Se establecen límites claros de manera respetuosa y compasiva, asegurando que los niños entiendan las expectativas y las consecuencias de sus acciones.
La Disciplina Positiva, a través de su enfoque en la enseñanza y el aprendizaje en lugar del castigo, busca desarrollar relaciones familiares basadas en la comprensión, el respeto y el amor, preparando a los niños para llevar una vida socialmente competente y emocionalmente saludable.
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